Prácticas clave
Enseñar la obediencia a Dios
Enseñar la obediencia a Dios
Conocemos muchas organizaciones que fielmente sirven a los pobres sin ver la transformación que tanto desean. Cuando los desafiamos a que enseñen a los pobres a obedecer los mandamientos de la Biblia de dar y servir, la primera respuesta que dan es “pero son demasiado pobres.”
En realidad, nadie es demasiado pobre para obedecer a Dios sirviendo a los demás. **El servir puede ser tan simple como visitar a un anciano que está solo o recogiendo basura de la calle. Los pobres deben descubrir formas de ser obedientes, porque es a través del caminar en obediencia a Dios que se puede acceder a Sus bendiciones.
Enseña la verdad, echa abajo la mentira
Enseña la verdad, echa abajo la mentira
La esperanza que ofrecemos no son recursos materiales; es la verdad de Dios. Si los recursos materiales fueran la solución, muchos países ya hubieran superado la pobreza hace tiempo. Para tener éxito, debemos cambiar la manera de pensar que mantiene a la gente en la pobreza.
En todo los que hacemos nos preguntamos, “¿Esto confirma o echa abajo cualquier mentira?” Por ejemplo, planificar o financiar proyectos para la comunidad puede comunicar el mensaje que los pobres necesitan ayuda de personas externas para resolver sus problemas. Al abstenernos de hacerlo, reforzamos la verdad de que Dios es su proveedor y que ellos deben buscarlo a Él para todo lo que necesitan.
**Para que quede claro, este programa está dirigido a aquellos que han vivido por años en una situación de pobreza crónica. No nos referimos a las personas que enfrentan una opresión abrumadora, tales como los esclavos o aquellos que acaban de enfrentar un desastre natural, como por ejemplo una hambruna paralizante o un tifón. En ambos casos, aquellos que tengan recursos necesitan responder rápidamente para aliviar el sufrimiento, al ser las manos y los pies de Cristo.
Mantenerlo pequeño y simple
Mantenerlo pequeño y simple
Intentamos mantener cada una de las partes de nuestro programa lo más simple posible. Al mantenerlo simple es fácil aplicarlo y reproducirlo. Queremos la menor cantidad de barreras posibles para aquellos que replican el programa. Algunas de las áreas que hemos tratado de simplificar incluyen las siguientes:
- El contenido de la capacitación. Normalmente nosotros solo cubrimos unos pocos conceptos básicos en cada capacitación. Dejamos a la iglesia solo una o dos cosas para hacer. Pueden hacer más, pero tratamos de jamás dejarles una lista de pasos que son abrumadores o más allá de lo que sea cómodo para ellas.
- Informes. Solíamos tener informes de nuestras acciones de amor, pero nos dimos cuenta que la gente evitaba hacer las acciones de amor por temor a los informes. Hemos eliminado los informes y ahora, en su lugar, grabamos los testimonios en reproductores MP3. No queremos sofocar la dirección de Dios exigiendo información que sea gravosa.
- Palabras. Comenzamos utilizando la frase Proyectos Semilla para describir las Acciones de Amor; sin embargo, la palabra “proyectos” ponía a la gente nerviosa porque implicaba algo grande. Una acción de amor se entendía como algo pequeño y simple. Por supuesto, que las iglesias eventualmente pudieron completar proyectos grandes como la construcción de sistemas de irrigación, pero tal idea los intimidaba cuando recién comenzaron el programa.
- Materiales. Nuestros materiales y la revista pueden ser fácilmente reproducidos en una fotocopiadora vieja. No necesitan una impresora a colores o materiales impresos para ejecutar el programa.
- Proyectos. Siempre hay iglesias que empiezan con planes que exceden sus recursos. Inevitablemente terminan no haciendo nada porque se quedan atascados. Siempre las desafiamos a que comiencen por hacer algo más pequeño. Por lo general, las iglesias que son diligentes en dar lo que pueden y utilizar lo que tienen, rápidamente ven a Dios multiplicar sus recursos, por lo tanto tienen suficiente para alcanzar sus sueños.
Dejar que Dios sea el ‘Héroe’
Dejar que Dios sea el ‘Héroe’
Al principio, algunos de nuestros facilitadores locales proveyeron recursos materiales para ayudar a las iglesias con las acciones de amor. Todas estas iglesias tuvieron dificultad para progresar. Cuando surgió la siguiente necesidad, las iglesias pidieron recursos nuevamente a los facilitadores locales. Inadvertidamente, habíamos reforzado la mentira de que ellos no tenían los medios necesarios para cambiar su situación. También, cuando la iglesia no dio de lo que tenía, no pudo experimentar la bendición de Dios de multiplicar sus esfuerzos.
Hoy en día, enseñamos con mucho cuidado a nuestro personal de motivar a las iglesias a buscar solo a Dios por ayuda.
El cambio se produce por lo que
El cambio se produce por lo que
- La experiencia de vida – el proceso de cambio comienza con lo que la gente ya sabe, cree y valora
- Reflexión – en la siguiente etapa, las personas piensan sobre sus experiencias y las comparan con una alternativa.
- Decisión – en este punto las personas deben tomar una decisión
- Acción – luego ellas actúan en base a esta decisión. Los resultados de sus acciones se agregan a su experiencia de vida.
Las capacitaciones solo ayudan a la gente a escuchar nuevas ideas; no cambia a las personas. El cambio ocurre cuando la gente actúa en base a una nueva idea y experimenta un beneficio. Al llevar a cabo el programa, necesitamos asegurarnos que la gente aplique lo que ha aprendido para que el proceso de cambio pueda iniciarse.
Reconocer que se verá desordenado
Reconocer que se verá desordenado
Con cientos de comunidades todas tratando de escuchar y obedecer a Dios, las cosas se complican rápidamente. Con frecuencia, las cosas que las iglesias y las comunidades eligen hacer no son en absoluto lo que hubiéramos escogido para ellas.
Adicionalmente, los proyectos de las iglesias no tienen la belleza de aquellos programas bien financiados. Sus letrinas pueden tener sacos de arroz como paredes. En tanto cumplan todos los estándares básicos mundiales de salud, ¡eso es suficiente! Recuerde que el discipulado integral es el corazón del programa, y no el desarrollo comunitario profesional.
Tener en cuenta la curva de adopción
Tener en cuenta la curva de adopción
Algunas personas son rápidas en ensayar nuevas ideas o cosas. Otras esperan ver qué es lo que sucede con los primeros usuarios que lo intentan. Esta curva de adopción tiene varias implicancias para el TCT:
- No todos querrán involucrarse al principio. ¡No se desanime!
- Capacite la mayor cantidad de gente posible de una iglesia. Si solo capacitamos a una o dos personas, y no caen en la categoría de los primeros usuarios, entonces el programa no pegará. Si entrena a 30 personas, quizás seis trabajarán juntas en una acción de amor. Al cuarto o quinto proyecto, generalmente el 50-70 por ciento de los miembros de la iglesia están dispuestos a participar al ver los resultados de los primeros que intentaron.
- Comparta las historias. Una revista trimestral o un boletín es una gran manera de hacer esto. Siempre hay algunas iglesias que van más lentamente. El escuchar las historias de otros ayuda a que las personas tardías se involucren.
Un programa diseñado
para equipara las
iglesias locales para
transformar sus
comunidades
© 2021 Reconciled World